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Islas de basura

 ¿Alguna vez te has preocupado o preguntado por el efecto que trae el uso desmedido de plásticos? ¿Alguna vez te  has puesto a pensar el tratamiento que le das a la basura en casa? ¿Separas los distintos tipos de basura? ¿Qué pasa después con nuestra basura? Hoy, pudieron aprender sobre estas islas de basura, que hasta son llamados "nuevos continentes". hoy, vieron que el mayor porcentaje de basura oceánica proviene de las zonas terrestres, lo que implicaría que nosotros formamos parte del porcentaje que contamina.  ¿Qué haremos para cambiarlo?
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PACHA PULAI (Fragmento)

" Fue un milagro que volando a ciegas de aquel modo no me estrellara contra alguna de esas moles invisibles. Y pensándolo bien, en aquel momento, con aquella pena, creo que bien poco me hubiera importado. Consulté el compás. La máquina estaba enfilada directamente hacia el norte. Salté al suelo, que me dio la impresión de ser el lecho seco de un antiguo lago. Ni una huella, ni una señal de vida en él…"

Tom se pelea con el forastero

  - ¿Cómo te llamas? - No es asunto tuyo. - Pues me encantaría que lo fuera. - ¿Y por qué? - Cállate, o lo será. - No me callo. Veamos. -Vaya, te crees muy ingenioso, ¿eh? Si me da la gana, te puedo golpear con una mano atada a la espalda. - Bueno, ¿y por qué no te da la gana? Yo sí que puedo hacerlo. - Pues lo haré, si sigues diciendo tonterías. - Vaya, sí, he visto familias enteras en el mismo apuro. - ¡Qué sabio! Tú te crees alguien, ¿no? ¡Puf! ¡Qué sombrero! - Puedes abollarlo si no te gusta. Te desafío a que lo toques, y si te atreves recibirás lo tuyo. - Eres un embustero. - Y tú otro. - Tú hablas mucho y no haces nada. - ¡Vete de aquí! - Oye, si sigues molestándome, te abro la cabeza con una piedra. - ¡Sí, claro que lo harás! - Sí que lo haré.

Los chicos

  "Al llegar, los chicos escudriñaron hacia el río, por ver si estábamos buscando ranas como solíamos. Y para provocarnos, empezaron a silbar y a reír de aquella forma de siempre, opaca y humillante. Era su juego: llamarnos sabiendo que no apareceríamos. Nosotros seguíamos ocultos y en silencio. Al fin, los chicos abandonaron su idea y volvieron al camino, trepando terraplén arriba. Nosotros estábamos anhelantes y sorprendidos, pues no sabíamos lo que Efrén quería hacer."

Los chicos (final)

"Efrén arrastró al chico unos metros, delante de nosotros. El chico se revolvía desesperado e intentaba morderle las piernas, pero Efrén levantó su puño enorme y rojizo y empezó a golpearle la cara, la cabeza, la espalda. Una y otra vez, el puño de Efrén caía, con un ruido opaco. El sol brillaba de un modo espeso y grande sobre la hierba y la tierra. Había un gran silencio. Sólo oíamos  el jadeo del chico, los golpes de Efrén y el fragor del río, dulce y fresco, indiferente, a nuestras espaldas. El canto de las cigarras parecía haberse detenido. Como todas las voces. (...) Le dio con la bota en la espalda. Mi hermano mayor retrocedió un paso y me pisó. Pero yo no podía moverme: estaba como clavada en el suelo. El chico se llevó la mano a la nariz. Sangraba, no se sabía si de la boca o de dónde. Efrén nos miró.

El perro que no sabía ladrar (final)

"El perro huyó a todo correr. Mientras tanto el cazador buscaba al pájaro, convencido de que lo había matado. El perro corría, corría… Se encontró con un campesino. - ¿Dónde vas tan deprisa? – Ni siquiera yo lo sé. -Entonces ven a mi casa. Necesito un perro que me guarde el gallinero. -Por mí iría, pero se lo advierto: no sé ladrar. -Mejor. Los perros que ladran hacen huir a los ladrones. En cambio, como no te oirán, se acercarán y podrás morderles y así tendrán el castigo que se merecen. -De acuerdo- dijo el perro. Y así fue como el perro que no sabía ladrar encontró trabajo, una cadena y una escudilla de sopa cada día."

El perro que no sabía ladrar

" Le decían: - ¿Pero tú no ladras? -No sé…soy forastero. -Vaya una contestación. ¿No sabes que los perros ladran? - ¿Para qué? -Ladran porque son perros. Ladran a los vagabundos de paso, a los gatos despectivos, a la luna llena. Ladran cuando están contentos, nerviosos y enfadados. Generalmente de día, pero también de noche. -No digo que no, pero yo… -Pero tú… ¿qué? Tú eres un fenómeno, oye lo que te digo: un día de estos saldrás en el periódico."